Crónicas

Caminar en México DF

Hace cinco años abandoné todo intento por tener un automóvil y empecé a redescubrir mi ciudad. A pié (y a veces en bici) me encuentro con sitios insospechados, aún en zonas que se supone que ya conozco bien.

Lo mismo en las grandes y famosas avenidas que en sus calles escondidas, la ciudad de México siempre nos regala una imagen, una vivencia, un personaje nuevos que nos hacen reflexionar y repensar nuestro concepto de comunidad y pertenencia
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sábado, 25 de junio de 2011

Migrantes



México es pueblo de migrantes, y en su búsqueda de tierras prometidas les ha acompañado siempre La Luna. La habrán visto con veneración los emigrantes de Aztlán, la tierra mítica que abandonaron los primeros nativos que buscaban la señal de Huitzilopochtli para fundar la antigua Tenochtitlán: un águila sobre un hermoso tunal emergido del corazón-piedra del asesinado Copil.
Hace 685 años debió iluminar el camino de los andantes. Seguro que fueron hermosos los atardeceres con los imponentes edificios de las pirámides del Templo Mayor y La Luna encima. Hoy se alza sobre el Zócalo de un país que no ha dejado de ser pueblo de migrantes. Vienen unos y se quedan. Otros nacen aquí y se van. Todos siempre buscando la realización de una promesa. Siempre proyectando una sombra lunar sobre sus pasos.

(Foto tomada con celular en el Zócalo de la Ciudad de México el 21 de febrero de 2011 a las 17:36 horas)

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