En el cinema Lumiere, muy cerca del Paseo de la Rerforma, se exhiben películas que no se distribuyen comúnmente en la cartelera comercial. En su pequeño lobby hay apenas tres o cuatro mesas y sillones individuales para quien quiera esperar la hora de la función o que su acompañante llegue. Acudir al cine es también convivir, socializar, interactuar, pero en algunos casos también es evadirse e ignorar a la otra persona por unos instantes, aunque se esté atado o atada a ella por otras razones (el matrimonio, por ejemplo). Y ese aislamiento o soledad a veces inicia aún antes de la función.
(Foto tomada con iPhone, en Cinema Lumiere, en calle Río Guadalquivir, el 7 de agosto de 2011)