Crónicas

Caminar en México DF

Hace cinco años abandoné todo intento por tener un automóvil y empecé a redescubrir mi ciudad. A pié (y a veces en bici) me encuentro con sitios insospechados, aún en zonas que se supone que ya conozco bien.

Lo mismo en las grandes y famosas avenidas que en sus calles escondidas, la ciudad de México siempre nos regala una imagen, una vivencia, un personaje nuevos que nos hacen reflexionar y repensar nuestro concepto de comunidad y pertenencia
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viernes, 19 de agosto de 2011

Incomunicados pese a todo


En el cinema Lumiere, muy cerca del Paseo de la Rerforma, se exhiben películas que no se distribuyen comúnmente en la cartelera comercial. En su pequeño lobby hay apenas tres o cuatro mesas y sillones individuales para quien quiera esperar la hora de la función o que su acompañante llegue. Acudir al cine es también convivir, socializar, interactuar, pero en algunos casos también es evadirse e ignorar a la otra persona por unos instantes, aunque se esté atado o atada a ella por otras razones (el matrimonio, por ejemplo). Y ese aislamiento o soledad a veces inicia aún antes de la función.

(Foto tomada con iPhone, en Cinema Lumiere, en calle Río Guadalquivir, el 7 de agosto de 2011)